MANUEL UGARTE, HOY.

Vigencia del pensamiento ugarteano.

POR SILVIO MARIO PEDUTO

A modo de introducción

...Manuel Ugarte ¿es algo más que una calle del barrio de Núñez en la Capital Federal? A Ugarte lo tuvimos aquí, entre nosotros. Murió el año en que nací: 1951. Es más, no había cumplido aún los seis meses de vida, cuando falleció en Niza este argentino que, en realidad era patrimonio de todos los países de Latinoamérica. A punto tal que, creo, llevaba dentro de sí, en cada una de sus células, una pequeña parte de todas las naciones hispano-luso americanas por las que pasó. Allí dejó su mensaje y testimonio de independencia en años nada fáciles, en los que el "coloso del norte", emergente en el escenario mundial, pretendía llevarse puestos a todos los países de su "patio trasero" latinoamericano (hoy piadosamente denominado "subcontinente" por ellos, por nuestros intelectuales, políticos y comunicadores que adoptan alegremente el término sin considerar el significado inferiorizante del prefijo sub). Ugarte, que era nuestro, pero también lo era de toda Hispanoamérica, libró batallas que hoy, vistas a la distancia, constituyen verdaderas epopeyas, por el esfuerzo que significaron y la energía que demandaron.
...En primer lugar, me propongo con este trabajo ensayístico, compartir ideas y reflexiones en torno a lo escrito y a lo realizado por Ugarte; que, como sabemos, fue mucho y premonitorio de lo que todos vemos hoy o escuchamos en los distintos medios, en relación a la cada vez más necesaria y urgente, unión de nuestros países. Este argentino preclaro sostenía de manera concluyente, en un discurso del año 1912, en Bogotá: "La unión es para nosotros tan necesaria como la luz."
...En segundo lugar, me propongo confrontar sus dichos, sus escritos y su campaña en aras de la integración latinoamericana, y su constante brega en contra del imperialismo anglosajón, con algunos aspectos del proceso histórico, político, y cultural, acaecido luego de su fallecimiento. En especial, considerar estos últimos cinco o seis lustros que han desembocado en este presente, de los cuales emergen temas que durante décadas estuvieron opacados, o, directamente, no fueron tenidos en cuenta, como es el caso de la necesaria unión de Hispanoamérica, que Ugarte ya plantea en sus primeros escritos para "El País" en 1901.
...Escribo desde el interior profundo de la Argentina, desde este rincón de Latinoamérica denominado La Pampa, de manera que mí reflexión, los temas que abordaré y los ejemplos que utilizaré son pampeanos y argentinos; que también es decir, hispanoamericanos, porque aquí estamos situados como expresa Mario Casalla. Al fin, "pampa", término tan entrañablemente argentino, fue traído por el español procedente del Alto Perú, lo que equivale a decir desde lo profundo de la América raigal.

UNO


Hacen falta hoy los hombres como Manuel Ugarte?


...En el medio de una realidad desencantada en donde la ideología del consumo se ha enseñoreado y nos acosa, hasta dejar sin respiro a unos y otros, el mensaje y el testimonio de vida de un hombre como Ugarte es hoy tan valioso o más, quizás, que cuando él luchara por la consolidación e integración de la América hispánica a partir de comienzos del siglo XX. Lo es, porque el transcurrir del tiempo, desde aquellos años de su actuación pública no ha hecho más que ratificar lo preclaro y anticipatorio de su pensamiento y de su mensaje, con lo cual su figura vista en perspectiva, adquiere una dimensión que va más allá de lo estrictamente histórico o circunstancial.
...Hoy, más que nunca, su mensaje soberano e independentista se articula con las inquietudes que manifiestan nuestros países y que se sintetizan en dos palabras: unidad latinoamericana. Su vida, sus realizaciones, sus ideas y su testimonio, cuentan hoy con el auxilio de las nuevas tecnologías de la informática, que posibilitan que su mensaje americanista liberador, aparezca en sitios de internet que se encuentran a disposición para todo aquél, que, guiado por la curiosidad y un sentimiento nacional y latinoamericanista, incursione en el espacio virtual.
...Pero antes de ello, lógicamente, se debe saber quién fue Manuel Ugarte, y en qué consistió su cruzada por la concreción de una América hispana redimida de los poderes imperiales que la dominaron y expoliaron a sus pueblos, sometiéndolos por la fuerza o por la colonización cultural en un momento histórico (primeras décadas del siglo XX) en que comienza a erguirse el imperio norteamericano. Manuel Ugarte fue un argentino "maldecido" por el sistema cultural y político de la dependencia de entonces, en una Argentina afrancesada en lo cultural y pro británica en lo económico, con el costo que ese destierro y rechazo implica ya que, de haberse tenido en cuenta sus aportes pioneros y sus propuestas, e intentado llevarlos a cabo, es lógico pensar que quizás hoy nuestra situación nacional y continental sería diferente.
...En esa tarea de hacer conocer a los argentinos y a los latinoamericanos, la vida y la obra de Ugarte, deberían jugar un papel importante los distintos actores sociales y políticos (movimientos por los derechos de las minorías, periodistas, organizaciones no gubernamentales de distinto tipo, docentes de todos los niveles, asociaciones ecologistas, escritores, intelectuales, políticos, etc.), y sobre todo, los medios masivos de comunicación que hoy se encuentran demasiado ocupados intentando desentrañar candidaturas varias. De esa manera se obtura la posibilidad de que, en la Argentina, los argentinos, ya sean dirigentes de todos los ámbitos y quehaceres, o ciudadanos de a pie, puedan abocarse a dejar lo urgente, (y por el momento, secundario) de lado, y ponerse a pensar un poco, sobre el proyecto de país a futuro. Concretamente, en qué contexto político, social, económico y cultural, la Argentina y Latinoamérica toda transitarán el futuro mediato y el inmediato.
...Dichos actores sociales debieran también coadyuvar, propender y trabajar, para realizar una gran convocatoria a fin de concretar un debate nacional del que debieran surgir los objetivos nacionales sustentados y compartidos por la gran mayoría de los argentinos. En esa intención, en ese marco, la referencia a Manuel Ugarte es insoslayable. "Prever es vivir" para los pueblos, sostenía. Asimismo nos señala en Manifiesto a la Juventud Latinoamericana de 1927: "La hora es más difícil de lo que parece. No esperemos a estar bajo la locomotora para advertir el peligro. Nos hallamos ante un dilema: reaccionar o sucumbir. La salvación de América exige energías nuevas. Y será sobre todo de las generaciones recientes, del pueblo, de las masas anónimas eternamente sacrificadas." ¿No será ya la hora de hacerlo y relegar a un segundo plano la cotidianeidad electoralista y la chabacanería que nos abruma, día a día, con sus encuestas, opiniones y discusiones de todo tipo, todas ellas prescindibles?
...El hoy argentino y latinoamericano no es un tiempo sencillo: es un momento complejo y difícil, por los problemas que nos acucian (luego de tantos años de deterioro del hombre argentino y latinoamericano), y que hacen a la subsistencia diaria de millones de compatriotas en todo el inmenso territorio nacional y suramericano. En síntesis, vivimos un tiempo no apto para estetas o literatos que se solacen en la contemplación y la descripción de lo que ocurre; este presente se debe resolver de manera activa con voluntad, claridad, determinación y decisión. Hornero Guglielmini, hace sesenta y siete años, reclamaba "hombres de acción que sean a la vez conductores y capitanes", esto es lo que hoy exige la Argentina y Latinoamérica toda: muchos hombres y mujeres que como Manuel Ugarte emprendan el desafío de estar con la gente (como él estuvo); de pensar más allá de la coyuntura cotidiana (como él reflexionó) y, a la vez, ser capaces de proponer metas inmediatas que sean posibles (tal como Ugarte hizo trascender en su obra anticipatoria con propuestas que están vigentes y, constituyen aún hoy, materias pendientes cuya concreción debiera ser motivo de análisis.) En este contexto, Ugarte sostiene, en América Latina por encima de todo (1939), que como objetivo estratégico se debe: "Combatir en cada país la visión limitada, difundiendo un espíritu ágil que nos vigorice y nos levante hasta la cúspide de las más atrevidas esperanzas, y ampliar al mismo tiempo la concepción de la nacionalidad integral, abarcando hasta los límites del Nuevo Mundo de habla hispana, en una supehorización de perspectivas políticas y raciales, no es, en realidad, más que mostrarse fiel a la tradición de los iniciadores de la independencia, que no fueron ensimismados parlamentarios o gobernantes prolijos, atentos sólo a predominar localmente sobre otras facciones, sino caudillos de la grandeza general, deseosos de sumar fuerzas paralelas, para culminar en una entidad poderosa, capaz de hacer sentir su acción en el mundo. (...) El problema primordial de la América Latina no es el de saber quiénes son los hombres que han de gobernar o cuáles son las regiones que han de ejercer vano predominio, sino el de crear las fuerzas vivientes que valoricen la riqueza y el de asegurarnos la posesión integral y durable de nuestro suelo."

La Patria Grande, un emprendimiento común.

...Conformar la Patria Grande, por lo tanto, es el imperativo de la hora, entrevisto por Manuel Ugarte hace ya cien años atrás. En esa tarea épica, por lo que representa y por el grado de complejidad para lograrlo, a los hombres y a las mujeres que habitamos el sur del río Bravo nos va el destino y el del nuestra descendencia. Nos preguntamos, con Ugarte, "¿cuál será la ubicación de nuestras repúblicas en los remolinos del futuro?" En su Manifiesto a la Juventud Latinoamericana de 1927, convocaba a la realización de nuestra "segunda independencia", renovando "el continente por la democracia y la juventud. (...) Que cada cual piense, más que en sí mismo, en la salvación del conjunto. Opongamos al imperialismo una política seria, una gestión financiera perspicaz, una coordinación estrecha de nuestras repúblicas. Remontemos hasta el origen de la común historia. Volvamos a encender los ideales de Bolívar, de San Martín, de Hidalgo, de Morazán. Supehoricemos nuestra vida. Salvemos la herencia de la latinidad en el Nuevo Mundo. Y vamos resueltamente hacia las ideas nuevas y hacia los partidos avanzados. El pasado ha sido un fracaso. Sólo podemos confiar en el porvenir."
...La bandera de la unidad latinoamericana debiera desplegarse desde la Antártida hasta México. Así como la cuestión ecológica y el deterioro de los recursos impacta en nuestras jóvenes generaciones por las implicancias que ello tiene para su propia vida, del mismo modo, la unidad de nuestros países debiera motivarlos al compromiso y a la acción. ¿No seremos capaces, acaso, los adultos de hoy de convocar de manera inteligente, a la reflexión y a la acción a nuestros jóvenes con un tema esencial para nuestro futuro, como lo es el de la integración de Iberoamérica, como lo hiciera Ugarte por cada uno de los países por los que pasó? ¿No constituye esto un desafío que debiéramos emprender y, por todos los medios posibles, sensibilizar a quienes desde posiciones gubernamentales o como integrantes de entidades intermedias puedan coadyuvar a ello? ¿Acaso Ugarte no asigna un rol central a la juventud e intenta colocarla en el centro de la escena?
...Allí está la obra de Ugarte para que en ella abreven nuestros jóvenes. También está su vida que, por la intensidad de su prédica y de su testimonio, bien se puede decir que constituye un paradigma en el que mirarse a la hora de buscar modelos o ejemplos de vida. Fue un verdadero predicador de la unidad de Latinoamérica, y puso el mayor énfasis en luchar por esa idea que se transformó en la razón de ser de su existencia. En 1912, lanzó su fórmula "Latinoamérica para los latinoamericanos" en una de sus primeras conferencias en México. Con el paso del tiempo su accionar se multiplica y es reconocido en el inmenso espacio luso- iberoamericano. Los Estados Unidos, entonces, mueven sus fichas y sus personeros en toda Iberoamérica para, si no impedir, morigerar, opacar, en fin, menoscabar por todos los medios la acción ugarteana. El propio Ugarte confiesa en El dolor de Escribir, en 1932: "Las ideas que defiendo serán avanzadas, podrá no estar de acuerdo conmigo el que me lee, pero se ha de reconocer, por lo menos, el desinterés de una campaña que sólo ha procurado sinsabores." (...) He herido intereses y los intereses persiguen su represalia hasta el fin. Pero los he herido para defender ideales y los ideales acaban siempre por triunfar." Páginas más adelante,
Ugarte señala y reconoce su carácter de "argentino maldito" por haberse mantenido incólume en sus ideas y sin cejar en su lucha, por la consecución de una América Latina integrada. "Me han quitado cuanto tenía o pude tener, pero no se ha doblado mi ideal. (...) Quizá el dolor es necesario, quizá es útil. Malditos por haber seguido una huella clara, no tienen los ideales derecho a ser felices." Al mismo tiempo reconoce que, para el sistema de la dependencia económica y la colonización cultural, el intelectual pensador de lo propio, de los problemas de su propia tierra y de su pueblo "vale menos que un jugador de polo." Ese sistema de la "colonización pedagógica" que Arturo Jauretche describiera con minuciosidad de entomólogo, fue implacable con Ugarte: lo mató en vida y lo obligó a irse fuera de su patria. Tendió para ello todas sus redes y operó con sus personeros tanto en Europa como en América, para sumirlo en la desesperanza y en la miseria. A pesar de su empeño, lo primero no pudo lograrlo, sí lo segundo.
...Nuestros libertadores: San Martín, Bolívar, Belgrano, Artigas y todos aquellos que fueron capaces de vislumbrar la necesidad de los "Estados Unidos del Sur", ya en el siglo XIX, tenían cabal conciencia que los países por sí solos no serían capaces de enfrentar a las potencias hegemónicas de la época y a los imperios que surgirían en el futuro, como consecuencia de procesos históricos posteriores. Como ellos, Manuel Ugarte se sacrificó y dio todo de sí: "Llegó la ceguera hasta motejarme de renegado, siendo así que mientras al amparo de los yerros que nos anemian, otros se abrían paso hacia situaciones brillantes y bien remuneradas, soy uno de los pocos que -paradoja viviente- han servido siempre a la patria sin recibir nada de ella. Pobre, mientras éstos se improvisaron fortunas con sólo cerrar los ojos ante el mal imperante; postergado, mientras aquellos se encumbraron colaborando en la disminución colectiva; mi vida ha resultado, al fin de cuentas, una perpetua campaña contra mí mismo. Como en el drama de Ibsen, fui «el enemigo del pueblo» porque denuncié que estaban envenenadas las aguas de la política lugareña."

DOS

Hoy bolivianos, paraguayos, peruanos como ayer tucumanos, santiagueños, correntinos o chaqueños.

...A Ugarte se lo ignoró, se lo boicoteó, se lo ninguneó de todas las maneras posibles, siendo como era un escritor y un intelectual de nota que trascendiera más allá de nuestras fronteras. Finalmente el sistema establecido del coloniaje cultural de la época, lo expulsó del país. En Libertad, escrito en Chile durante la segunda guerra interimperialista, Ugarte recordaba; "Por haber emprendido hace treinta años una campaña a favor de la independencia integral de Iberoamérica quien escribe estas líneas se halla condenado al ostracismo. En realidad, cuantos se basaron en la libertad para levantar un ideal o defender una doctrina, soñando estructurar el Estado o desligarlo de influencias extrañas, fueron anulados implacablemente. Cuantos contrariaron la influencia omnipotente de Inglaterra o de Estados Unidos no pudieron ser nada en Iberoamérica." Para una caterva de intelectuales, todo lo originario fuera argentino o americano, todo lo pre-existente, fue incultura en cuanto no coincidía con lo nuevo que venía de Europa, de la civilización que se oponía a la barbarie americana. Estos hombres y mujeres cultivados a la francesa, constituían nuestra "intelligentzia", escribían en los grandes diarios, y a la vez pululaban por las academias y la cátedra universitaria.

...Eran los que, a la vez, daban sustento a los políticos y dirigentes de ese entonces, (hablamos de la primera década y media del siglo XX) en el marco de un régimen seudo - democrático, tan falaz como fraudulento. Todos ellos eran, en realidad, europeos nacidos en el vergonzante exilio argentino o, como incisivamente señalara Ugarte, "europeos a distancia" nacidos de una "increíble ficción" y ligados al poder oligárquico de turno. Ellos fueron los responsables de la muerte en vida de Manuel Ugarte. Claro está, cómo le iban a perdonar que uno, que se suponía era de ellos y que, por lo tanto, debía unirse al coro europeísta civilizado, se les disparara para el lado de la América morena, de esa "América hedienta" de Kusch, una América que incomoda y en "vano tratamos de disimular". Visión negativa sobre América Latina que se tiene, sobre todo, en la gran urbe a orillas del Plata y que es mucho más marcada que en el resto del país.
...Quienes condenaron al ostracismo a Ugarte, renegaban de todo lo nuestro. Muy especialmente, de nuestros hombres y mujeres nacidos en el interior, de esa argentinidad primordial, morena y criolla. Ellos reclamaban hombres y mujeres nórdicos europeos y descargaban su espeso resentimiento sobre nuestros hermanos del interior profundo de la patria, a la que siempre le dieron la espalda con su vista dirigida hacia el noreste, hacia la Europa que se suponía debía redimirnos de nuestros males. Ellos mismos, más tarde, abominarían de quienes procedentes de nuestras naciones limítrofes, vendrían a sumar su esfuerzo para erigir una Argentina con perfiles de modernidad industrial; hombres y mujeres del color de la tierra americana, provenientes de Bolivia, Perú, Chile, Paraguay, Uruguay, entre otros países, quienes conjugaron su trabajo y su sangre en una Argentina que quería ser, a la vez, con ellos y con nuestros hermanos tucumanos, jujeños, cordobeses, catamarqueños, correntinos, santiagueños y tantos otros provincianos que poblaron los cordones industriales de nuestras principales ciudades. Esa Argentina no debía durar. Había que destruirla por todos los medios, y en parte lo consiguieron. Pasó el tiempo y no hemos aprendido nada. Aún seguimos en esa tesitura, seguimos añorando los tiempos idos de los viajes de nuestros abuelos en el "transatlántico" a Europa; la época del "déme dos" de la plata dulce, o la del "primer mundo" de la convertibilidad. Persistimos en la inveterada costumbre de despotricar en contra de los "negros de mierda" encarnados hoy por los bolivianos, paraguayos, chilenos y los peruanos que viven entre nosotros, a quienes prodigamos los calificativos más discriminadores y resentidos, vanagloriándonos de ello. No nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, evitamos mirar; nos negamos a percibir una realidad que como toda realidad social es, valga el término, maleable y tornadiza. No se puede ser lo que no se es; somos latinoamericanos a pesar nuestro. Basta salir del país y dirigirse al norte, sea a Europa occidental o a los Estados Unidos, para sentir en carne propia -aunque se haya nacido rubio y de ojos celestes- el trato discriminador que se nos brinda, ya sea como "sudacas" o hispano-latinos, asimilándonos en esa categoría, con los hombres y mujeres que no tienen la piel blanca de cualquier lugar del mundo.

Un encuentro cercano con la realidad.

...¿Vale acaso hoy que sigamos interrogándonos acerca de lo que somos? ¿Vale preguntarnos qué somos los argentinos? En principio, respondemos que sí, porque aunque pueda parecer no cierto, aún hoy existen argentinos que no saben qué son. En un discurso pronunciado en Bogotá, el 2 de diciembre de 1912, Ugarte es claro: "Somos indios, somos españoles, somos latinos, somos negros si queréis, pero somos lo que somos y no queremos ser otra cosa." Argentinos, suramericanos y latinoamericanos, eso es lo que somos; no otra cosa. Hecha la reflexión, vamos ahora a lo enunciado en el subtítulo de este acápite. A aquella persona inadvertida que circule hoy por la zona del puente de Liniers en la periferia oeste de la Capital Federal, le llamará la atención la cantidad de hombres y mujeres de origen boliviano y peruano que encuentra a su paso. Cuando voy a Buenos Aires, camino frecuentemente por la zona, ya que cerca de allí se domicilia mi familia paterna y a pocas cuadras de la avenida General Paz y Rivadavia, también se encuentra la terminal de ómnibus de Liniers, desde la cual vuelvo hacia mi hogar en La Pampa.
...Esa "América hedienta" a la que me refería, hoy está a las puertas de la Capital Federal y reina en todo su esplendor: hombres y cholas con ropas de fuertes y variados colores, con el pelo abundante y renegrido, con la tez color aceituna. Si caminamos entre ellos se escucha la música del altiplano y podemos percibir los olores provenientes de sus casas de comidas, que también expenden bebidas características, con y sin alcohol. Son y se sienten dueños de ese lugar, marchan con un andar seguro y firme por ese sector de la ciudad porteña, que alguna vez fuera transitado por criollos, que también merecieron la reprobación y la marginación de "la gente decente" del último cuarto del siglo XIX y comienzos del XX. También es posible ver allí, a escasos cuatrocientos o quinientos metros de la Iglesia de San Cayetano, a los viejos vecinos del barrio de Liniers, caminando entre ellos con sus bolsas de hacer las compras. Miran por el rabillo del ojo, a quienes deben considerar como invasores de su habitat tradicional, a la vez que dirigen la vista al suelo como esquivando las miradas algo arrogantes e inquisidoras de los recién llegados y para intentar no caerse, dado que históricamente el estado de las veredas ha sido deplorable.
...¿Cuándo fue que comenzó este asentamiento de nuestros hermanos del altiplano en Liniers? ¿Hace cinco años, ocho, diez, o cuántos años? Quién lo sabe a ciencia cierta. Lo real es que ellos están allí, con la seguridad y la certeza que brindan el número y las ansias de edificar su vida y conseguir una changa o un trabajo de cualquier tipo; porque, sea cual sea el trabajo que consigan, les permitirá estar mejor que en su tierra. A pocas cuadras, y complementando el estado de cosas descripto, en la terminal de ómnibus de Liniers resulta destacable la cantidad de empresas y de servicios que hoy hacen su recorrido de ida y vuelta hacia lugares lejanos, y en algunos casos ignotos para la mayoría de la gente, pero a la vez con nombres tan cautivantes, como Salvador Mazza, Humahuaca, Oran, Tartagal, Cotagaita, Asunción, Villarrica, Sao Paulo, Río de Janeiro, Concepción, Santiago, Lima y todos los etcétera que a uno se le pueda ocurrir o su curiosidad pueda registrar.
...Estamos, a no dudar, frente a un hecho nuevo. Frente a otra y diferente "nueva inmigración" que, como sabemos, ha trascendido más por su aspecto negativo. En los medios ha ganado relevancia periodística, la explotación de los recién arribados y su sometimiento a condiciones de semi esclavitud en talleres textiles, en algunos casos de conocidas marcas de ropas. En reportaje de La Nación del 10 de abril de este año, una trabajadora boliviana expresa: "Somos parte de la economía argentina, pero no como seres humanos. No tenemos lugar en esta sociedad. Nos discriminan hasta con la mirada, silenciosamente, y nos empujan hacia la marginalidad. Por eso tantos bolivianos no tienen otro recurso que permanecer encerrados en los talleres textiles con sus paisanos. El de la discriminación es el problema mayor, y el desconocimiento de nuestra cultura. Si no se comprende esto, no se comprende qué ocurre con los bolivianos."
...No obstante esta cuestión inhumana, que nos golpea a todos y de algún modo sacude nuestra modorra rutinaria; el punto es la integración de nuestros países, que se opera a través de los hombres y mujeres que se trasladan para afincarse, sea temporaria o definitivamente, en nuestro país sin que nosotros lo advirtamos, ni los medios hagan mucho por destacarlo. Sin embargo, a poco que uno se saque la venda de los ojos, simbolizada por los preconceptos y los prejuicios, este "hecho nuevo", está allí, delante nuestro para que lo percibamos, si somos capaces de hacerlo.

Nosotros y ellos.

...Ellos, los que privaron a la Argentina de una figura como la de Ugarte por espacio de 31 años (el tiempo aproximado en que estuvo fuera del país, "exiliado" voluntariamente) son quienes colaboraron en la desindustrialización de la Argentina, y son los que aún hoy, en pleno siglo XXI, se conmueven en algunos casos hasta las lágrimas, con el tufo a bosta que anualmente disfrutan, en la exposición rural palermitana. Fueron los que se regodearon desde los medios de comunicación cuando el gobierno de la dictadura genocida "repatriaba" a quienes vivían (fueran extranjeros o no) en las "villas de emergencia" porteñas (desalojadas previamente por la fuerza) a sus países o provincias de origen. Fueron los que aplaudieron todas las medidas de achicamiento de nuestro país; tales como, la liberación incondicional de los mercados; la enajenación de las empresas del Estado, a las que por décadas se las boicoteó -desde adentro y desde afuera- con el fin de crear un clima social y un estado de opinión en la comunidad, que apoyara esa decisión; el levantamiento de los ramales ferroviarios, la falta de una política de control y regulación por parte del Estado, el aliento al consumismo irracional sin la contrapartida de la correspondiente producción, entre otras medidas que se ejecutaron desde los gobiernos nacionales de turno, ya fueran de facto o democráticos, en las últimas cinco décadas.
...Ellos, por fin, los que echaron a Ugarte son los que reciclados, aprobaron con su acción u omisión gravosa, el estado de cosas sucintamente descripto hasta aquí. Este cuadro de situación nacional, contrariamente a lo deseado por quienes suponían que, de esa manera, llegaríamos al primer mundo, en realidad dio por tierra con la ensoñación de nuestro cholulaje de vivir en un país irreal: con niños y niñas rubios y de ojos celestes, corriendo por la verde campiña de espaldas a la Argentina profunda y a la "América hedienta". Aclara Kusch: "El hedor de América es todo lo que se da más allá de nuestra populosa y cómoda ciudad natal. Es el camión lleno de indios, que debemos tomar para ir a cualquier parte del altiplano y lo es la segunda clase de algún tren y lo son las villas miserias, pobladas por correntinos, que circundan a Buenos Aires. Se trata de una aversión irremediable que crea marcadamente la diferencia entre una supuesta pulcritud de parte nuestra y un hedor tácito de todo lo americano. Más aún, diríamos que el hedor entra como categoría en todos nuestros juicios sobre América, de tal modo que siempre vemos a América con un rostro sucio que debe ser lavado para afirmar nuestra convicción y nuestra seguridad."
...¿Por qué ocurre todo esto? ¿Qué suerte de maleficio nos hace olvidar que también nosotros, nuestros ancestros, fueron inmigrantes llegados del continente europeo y que también fueron menospreciados y discriminados hasta el insulto? ¿No estaremos reaccionando y obrando como aquellos sectores retrógrados del nacionalismo argentino de comienzos del siglo XX, que perseguían a los "rusos", a los "taños", a los "gallegos", a los polacos, etc., en la época de nuestros abuelos? ¿Existen hoy, motivos serios, atendibles, que justifiquen nuestros dichos y actitudes discriminatorios, hacia hombres y mujeres por el sólo hecho de tener tez morena o amarilla, pelo duro y renegrido; en suma, por tener características étnicas distintas a las nuestras? ¿Sigue teniendo vigencia, en esta mirada de menosprecio al diferente, la "colonización pedagógica" jauretcheana?; ¿En algún sentido ésta se ha reformulado, se ha aggiornado a estos tiempos que corren? En muchos casos, y aunque parezca mentira, desde algunos medios se alienta esa discriminación y esa visión etnocéntrica que desde la soberbia tiende al desprecio de lo que no se conoce. A esta altura, debe haber pasado a la historia el tristemente célebre cartón estático de Crónica TV con caracteres tipo catástrofe, reproducido por un diario capitalino (Página 12, 25/9/2005, suplemento Radar en su página 2), y que rezaba textual: "Reiteramos. Accidente Fatal en Flores. Mueren dos personas y un boliviano." Sin comentarios.
...No obstante todo lo apuntado, hay lucecitas. Por un lado, quizás, los más jóvenes sin los prejuicios, ni las deformaciones y dogmatismos que tenemos los adultos, perciban que la integración de nuestros países tiene que ser un objetivo inmediato a conseguir. El Mercosur, por un lado, y más recientemente, la constitución de la Comunidad Sudamericana de Naciones el día 8 de diciembre de 2004, apuntan en tal dirección. Esa voluntad por integrarnos y la decisión tomada por los líderes de nuestros países, aspectos éstos en los que nos encontramos todos comprometidos, sufren el embate del "coloso del norte" que ha visto naufragar su proyecto de concreción del área de libre comercio (A.L.C.A.), desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Como Ugarte destacara prioritariamente en La Reconstrucción de Hispanoamérica de 1950, lo que a ellos desde su propio interés nacional les conviene, a nosotros "no nos conviene." Textualmente nos dice: "A lo que se opuso siempre y se opone el imperialismo es a una coalición de intereses regionales, susceptible de cuajar en acción conjunta. Un simple acuerdo sobre tres o cuatro puntos esenciales bastaría para afianzar [a emancipación básica de inmensas zonas que se completan las unas a las otras. Si observamos lo que el imperialismo evita, tendremos la indicación de lo que nos conviene. El único nacionalismo viable sería el que, permitiéndonos hacer las cosas en grande y en forma completa, preserve a Iberoamérica de influencias colonizantes. Si los hombres de 1810 juzgaron que en el orden político la independencia del Río de la Plata era imposible sin asegurar la independencia del Perú, con más razón se ha de tener en cuenta en estas épocas de expansión y rapidez en las comunicaciones, la interdependencia en lo que se refiere a la evolución económica."
...Por otro lado, el transcurrir del tiempo en nuestra patria, "el espíritu de la tierra" a que aludía Scalabrini Ortiz, nos subsume y nos integra a ella, en un largo proceso de maceración y que hace que muchos de nosotros, descendientes de primera, segunda o tercera generación de inmigrantes europeos, nos sintamos profunda, cabal y definitivamente, argentinos y latinoamericanos. Si no fuera así, a modo de ejemplo, ¿cómo se explican las manifestaciones de don Roberto De Vicenzo, un prócer del deporte argentino, cuando el 19 de julio de este año, en un noticiero deportivo -Sport Center- al rememorar su triunfo en el Torneo Abierto Británico de Golf, uno de los más tradicionales e importantes del mundo: "Este torneo no lo gané para la Argentina, sino para toda América del Sur. Fue un triunfo para todos los jugadores latinoamericanos."?. Como se puede observar, algo hay y tiene que ver con la "conciencia continental" por la cual clamaba Ugarte: "El acercamiento cada vez mayor de nuestras repúblicas es un ideal posible, cuya realización debemos preparar mediante un programa de reformas constructoras dentro de cada uno de los Estados actuales."

Brevísimo panorama del mundo actual.

...Frente a lo dicho hasta aquí, es bueno que nos preguntemos qué exhibe hoy el denominado "primer mundo", ese conjunto de países avanzados y desarrollados tecnológicamente; que, periódicamente, se reúnen en distintas ciudades del planeta para trazar sus estrategias y operar en consecuencia en el tablero mundial. Escudriñar algunos de los aspectos que hacen al modelo socio-económico, sostenido por la superpotencia hegemónica y sus aliados del "mundo desarrollado", voceros y propagandistas todos del pensamiento único neoliberal excluyente. En verdad, nada de lo que pueda exhibir hace abrigar alguna esperanza de redención para los hombres y las mujeres que no tienen un mendrugo de pan y un poco de agua para atender sus necesidades más elementales.
...Por otra parte, el paraíso capitalista que nos quieren "vender" no es capaz ni siquiera, de alimentar como es debido a su propia comunidad, ya que más del 60% de los norteamericanos son obesos. ¡Qué inmenso contrasentido! Por un lado, dos tercios o más de la humanidad, esta en la miseria y no tiene qué comer; y, por el otro, la sociedad del país más poderoso del planeta, de seguir así, desembocará en una comunidad en donde el número de obesos seguirá aumentando por la comida chatarra que consumen. El atropello a la razón y a la naturaleza humana de las cúpulas gobernantes, de los países del G - 7, (verdaderos arlequines de las grandes corporaciones empresariales que se extienden por el planeta usufructuándolo todo), es patético. Todo desemboca en lo que nos muestran de manera casi cotidiana los medios: legiones de seres humanos, habitantes del sur del mundo, que frente a la nada y a la desesperanza, se juegan la vida en precarias embarcaciones para acceder al Norte consumista y pos industrial para, de alguna manera, participar del festín del primer mundo así sea comiendo las míseras migajas que caen de la mesa de los afortunados y de los satisfechos. El Norte y sus aliados levantan muros de todo tipo y tamaño; el proyecto de construir una doble pared, a todo lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos, es casi un hecho. Pareciera que existe un plan de exterminio destinado a todos los seres humanos que viven en países o "subcontinentes" que para ellos "no son viables"; me parece que el ejemplo africano es cristalino en este sentido, y que el resto del mundo, idiotizado como está por la fiebre del consumismo irracional, aún no lo ha advertido en su debida dimensión o, lo que es peor, poco le importa la suerte de los hombres y mujeres que allí habitan. Si estos grupos de poder no detienen su accionar, y arrasan, y avasallan la dignidad humana ¿qué podemos pensar que harán con la naturaleza?
...Frente a este terrible panorama, que ha empeorado en los últimos cincuenta años, se yergue aún la Hispanoamérica por la que diera todo Manuel Ugarte. En este continente latinoamericano que ostenta el dudoso honor de ser la tierra de los mayores contrastes sociales, en donde la brecha entre los sectores más ricos y los más pobres, es más ostensible; está casi inconmovible el sustento cultural e histórico que nos hace abrigar a todos la esperanza de un mañana diferente. "Ser, es ser culturalmente" magistralmente nos enseña Osvaldo Guglielmino, y en ese derrotero los latinoamericanos, tenemos una enorme riqueza que compartir con el resto de la humanidad, aún con quienes hoy nos quieren sojuzgar. Es necesario un cono sur integrado de América, una América Latina unida que se plante altiva, de frente a la prepotencia de la cultura sajona, que pretende unificar todo, haciendo tabla rasa con tradiciones, hábitos, pueblos, costumbres, concepciones de la vida, ideales compartidos; en fin, de todo aquello que no entre en su visión fenicia, que es denigrante para con los hombres y las mujeres que no sienten, ni piensan, ni viven, ni son como ellos. Allí está, como una muestra, la depredación cometida en el Museo Nacional de Bagdad, en lo que podríamos calificar como un crimen de lesa humanidad, por los destrozos realizados a colecciones arqueológica y antropológicas únicas en el mundo, patrimonio de la humanidad y que se remontan a los comienzos de la civilización urbana (entre 15.000 y 12.000 años antes del presente) en el área del delta mesopotámico de los ríos Tigris y Eufrates; uno de los sitios donde, como sabemos, comenzó la historia de las sociedades urbanas y tuvo lugar la revolución neolítica. Lo que no entra dentro de sus cánones, merece la descalificación y el desprecio. Sería un verdadero suicidio colectivo (para la humanidad me refiero) que tuvieran éxito.

Aportes uqarteanos para la consolidación de la Patria Grande.

...¿Qué hacer, desde Hispanoamérica, ante el tamaño de semejante desafío? Nada más ni nada menos que retomar lo que Manuel Ugarte propuso en el Manifiesto a la Juventud Latinoamericana de 1927, en el que se incluyen cuestiones que son verdaderos "programas de reformas constructoras" que hoy se están discutiendo a nivel continental: "Entre esas reformas debe figurar, en primera línea, una disposición que otorgue, a cargo de reciprocidad, derechos y deberes de ciudadanía a los nativos de las repúblicas hermanas, con la limitación, si se quiere, por el momento, de la Primera Magistratura del país y los principales ministerios. Esto facilitará una trabazón de fraternidades. Es necesario reunir también una Comisión Superior Latinoamericana, encargada de estudiar, teniendo en cuenta las situaciones, un derrotero internacional común, una política financiera homogénea, un sistema educacional concordante. Su misión será aconsejar proyectos, aplicados después por los gobiernos respectivos. Hay que proceder sobre todo, sin dejar perder un minuto, dentro de nuestra familia latinoamericana, a la solución equitativa y pacífica de los pequeños conflictos de frontera que entorpecen la marcha armónica del conjunto y permiten injerencias fatales."
...Es reconocido por todos los sectores del pensamiento e, incluso (a pesar de su descrédito) también por los sectores políticos suramericanos, que, quizás nunca como ahora, las circunstancias tanto internas como externas, han sido tan favorables para poder, finalmente, concretar el sueño ugarteano. Este sueño de la Patria Grande, va mucho más allá y es mucho más trascendente que una simple integración aduanera o comercial, involucra a los pueblos que son, finalmente, quienes se han de imponer a los imperios, como históricamente sabemos que ha ocurrido en el devenir del mundo a través de los siglos.
...En el caso de la Argentina, lo vivido y acontecido en estos últimos años, nos hace caer en la cuenta que nunca fuimos un país fuera de Latinoamérica, a pesar de nuestras intenciones por serlo. A pesar de todo el empeño puesto para hacer bien los deberes que nos dictaban desde el Norte: primero desde el Reino Unido de la Gran Bretaña y luego, desde el Norte del continente, por medio del pacto Roca - Runciman, de las "alianzas para el progreso", y los organismos multilaterales de crédito que nos impusieron planes de ajustes, stands byo créditos puentes con cláusulas leoninas, la imposición de "superministros" del área financiera o económica que eran representantes de sus intereses y no de los intereses del país. A pesar de todo ello, éramos y somos "sudacas", "negros de mierda", "rotos", "chusma", "hispanos", "descamisados", "latinos", "cabecitas negras" o como se nos quiera motejar. Y en esto, como todo en la vida, es fundamental la mirada que tienen sobre nosotros. Como apunta muy bien Juan Manuel Palacio "Por más que la Argentina se piense a sí misma como un país europeo o distinto de los de América Latina, no hay nadie en el mundo que la vea así. Ni Estados Unidos, ni Europa, ni China. La pertenencia a América Latina es, primero una realidad, luego una necesidad estratégica y, si se quiere, un destino inexorable. Yo diría -concluye su reflexión- que estamos a medio camino en la maduración en este sentido de pertenencia, al igual que otros países hermanos."

Al fin, el reconocimiento histórico.

...Fue el presidente Juan Domingo Perón, como señala Alberto Methol Ferré; "el inventor de la política latinoamericana en el sentido que, antes de Perón, había un romanticismo latinoamericano, un ansia difusa de la unidad de América Latina. Pero política es cuando se señalan los caminos reales, se distingue lo principal de lo secundario, porque si no diferencio lo principal de lo secundario, cualquier cosa sirve para cualquier cosa. Para él la alianza argentina - brasilera no era una unidad en sí misma, era el número básico de la aglutinación. Era el único centro que hacía posible que Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, en definitiva que todo el resto de América del Sur, pudiera integrarse, no hay otra alternativa. Esa es la única realidad para una política latinoamericana. Otra cosa sólo será literatura." Es útil, a tal fin, la lectura del discurso (que fuera en su momento de carácter secreto) de noviembre de 1953 donde Perón expone sus conversaciones con los presidentes Ibáñez (Chile) y Vargas (Brasil), sus acuerdos con Bolivia y Paraguay y, a la vez, definirá los ejes fundamentales de su política exterior en relación a América Latina. Allí comienza a gestarse el Mercosur que se efectivizará cuarenta y un años más tarde por medio del Tratado de Ouro Preto (Brasil) de diciembre de 1994.
...Otro antecedente lo constituye también, la gira que por Centroamérica efectivizará en el año 1948, el historiador Diego Luis Molinari, senador nacional del oficialismo. En declaraciones en La Habana, manifestó la necesidad de establecer el mercado común latinoamericano, la ciudadanía latinoamericana, un banco único y una moneda común.
...En el torbellino de ese proceso histórico consignado por Methol Ferré, Manuel Ugarte desempeña una labor pionera y es uno de los que marca el camino a seguir; no sólo con su pluma sino, y lo que es más importante, con su accionar político concreto que lo convierte en uno de los más trascendentes luchadores por la causa latinoamericana de la primera mitad del siglo XX. Jorge Abelardo Ramos expresa que " el pensamiento ugarteano y hasta su prosa, quizás de las más sobrias en una época propensa a la retórica espumante prueban su rigor y coherencia: predicará la industrialización, en una época de completo librecambismo; una literatura de inspiración nacional, durante el auge del afrancesamiento generalizado; y la justicia social y el socialismo, cuando los intelectuales americanos acariciaban los cisnes o vagaban por «parques abandonados».11
...En el año 1946, Manuel Ligarte es convocado por el gobierno del presidente Juan Domingo Perón, para desempeñarse como embajador ante México. No es aventurado afirmar que el presidente Perón conocía la obra de ligarte, a quien había leído. Esta inferencia surge de la lectura de la obra escrita de uno y de otro. Causa real asombro la complacencia que provocó en todo el mundo hispano-luso americano, la designación como diplomático de quien fue por décadas, como hemos dicho, un verdadero muerto civil por ser consecuente con un pensamiento nacional y latinoamericanista independiente. La lectura del archivo Ugarte, que se encuentra en el Archivo General de la Nación, es elocuente y nos da una idea de la trascendencia y la dimensión que tuvo su actuación latinoamericana, desde el momento en que Ugarte eligiera irse "con los perdedores", allá por los comienzos del siglo XX.

A modo de conclusión abierta.

...La opción por Hispanoamérica hoy, implica necesariamente, que consideremos a Manuel Ugarte, su obra precursora, su ejemplar testimonio de vida y su preclara militancia latinoamericanista. A los argentinos, como a todos los latinoamericanos, nos urgen los tiempos que vivimos; la unión entre nuestros países es hoy considerada como un reaseguro para el futuro inmediato. ¿Qué podrían hacer nuestros países solos, en este mundo que va camino a la integración, al denominado "universalismo"? Ante este panorama, ¿podemos nosotros dilatar la integración surcontinental? Previo a ello, ¿no tendremos que plantearnos seriamente concordar todos los argentinos en un proyecto de país, que -entre otras cuestiones- apunte a la integración de todas las regiones que conforman nuestro espacio geográfico semi vacío? Acaso, ¿no es imprescindible plantearnos qué hacer con nuestra patria y hacia dónde queremos marchar los argentinos, en el contexto latinoamericano? Sin duda, solos no podremos hacer nada. Esto pensado en su doble vertiente: tanto en el nivel interno (una Argentina sin proyecto nacional) como en el nivel latinoamericano (países latinoamericanos que supongan que es posible supervivir por cuenta propia). Parafraseando a Graciela Maturo, una cosa tenemos en claro: "No pensamos integrarnos para constituir una más cómoda factoría del imperio de turno, sino en integrarnos para desarrollar nuestra propia realidad y proyecto de cultura."

Silvio Mario PEDUTO
Santa Rosa, Provincia de La Pampa
Octubre de 2006