Introducción:
Cuando un espacio se divide en dos nace un universo: se define
una unidad.
La descripción, la
invención y la manipulación
de unidades esta en la base de toda indagación científica.
En nuestra experiencia común encontramos los sistemas
vivos como unidades autónomas,
asombrosamente diversas, dotadas de la capacidad de reproducirse.
La autonomía es un rasgo
tan peculiar que siempre que uno observa algo que parece autónomo,
la reacción espontánea es considerarlo viviente.
a) autonomía y diversidad,
b) conservación de la identidad
c) origen de la variación en el modo como se conserva dicha
variación,
son los principales desafíos lanzados por la fenomenología
de los sistemas vivientes.
Aristóteles crea el vitalismo, asignándoles a los
sistemas vivos un elemento rector
inmaterial finalista que adquiriría expresión
mediante la materialización de sus formas.
Sin embargo, bajo la presión inevitable de la experiencia
y el impulso decisivo del pensamiento cartesiano, emerge un enfoque
distinto según el cual se insiste en que los únicos
factores operantes en los sistemas vivos son los factores
físicos, negando así cualquier fuerza inmaterial
en la organización de lo vivo.
Cualquier proceso biológico puede describirse como surgido
de la interacción de proceso físicos químicos
cuyas relaciones son especificadas por el contexto de su definición.
La diversidad dejó de ser una fuente de perplejidad por
obra del pensamiento darviniano y de la genética particularizada,
que consiguieron explicar la diversidad y su origen sin recurrir
a ninguna fuerza directriz peculiar.
Qué es la vida?. En Le hasard et la necessité de
J. Monad trata de responder a la pregunta y sostiene la subordinación
de la organización individual
a un plan definido por la especie en el cual es invariante la
importancia de la reproducción.
En nuestro enfoque tomamos como punto de partida el carácter
unitario de un sistema viviente y sostenemos que poniendo énfasis
en la diversidad, en la reproducción
y en la especie para explicar la
dinámica del cambio, el evolucionismo hizo poco necesaria
la explicación de la autonomía de las unidades vivas
para comprender la fenomenología biológica.
De modo que nuestro propósito es comprender la organización
de los sistemas vivos en relación con su carácter
de unidades.
1. Nuestro problema es la organización
de lo vivo y por ende no nos interesan las propiedades de sus
componentes sino los procesos y relaciones
entre procesos, realizados por medio de los componentes.
Una explicación la damos siempre
en nuestra calidad de observadores y es primordial distinguir
en ella lo propio del sistema, como constitutivo de su fenomenología,
de lo que pertenece a nuestro dominio descriptivo, y en consecuencia,
a nuestras interacciones con él, con sus componentes y
con el contexto en el que se lo observa.
Nuestra hipótesis es que
existe una organización común a todos los sistemas
vivos, cualquiera sea la naturaleza de sus componentes.
(dvn: o acaso que todos los seres vivos tienen una organización
que es común a todos ellos..). Dado que nuestro tema es
la organización y no las diversas formas en que puede hacerse
efectiva, no haremos distingo entre tipos de sistemas vivos.
Nosotros sostenemos que los sistemas vivos son máquinas,
apelando a las siguientes nociones:
a) implicamos un criterio no animista
b) subrayamos que a un sistema vivo
lo define su organización
c) es posible explicarlo en términos
de relaciones
d) señalamos su dinamismo
connotado por la palabra máquina
CAPITULO I
De máquinas vivientes y de las otras:
MAQUINAS:
Las máquinas son unidades
y están formadas de componentes caracterizados por ciertas
propiedades capaces de satisfacer ciertas relaciones
que determinan en la unidad las interacciones y transformaciones
de esos mismos componentes.
Las relaciones que determinan, en el espacio
en que están definidos, la dinámica de interacciones
y transformaciones de los componentes, y con ello, los estados
posibles de la máquina como unidad, constituyen su
organización.
El uso que el hombre da a ésta no es un rasgo de la organización
de la máquina sino del dominio
en que ella opera, y entra en nuestra descripción de la
máquina dentro de un contexto más amplio que la
máquina misma.
Todas las máquinas que el hombre fabrica, las hace con
algún objetivo, pero eso no debe hacernos creer que ese
objetivo finalidad o función son propiedades de la máquina.
MAQUINAS VIVIENTES
Describiremos primero la clase de máquinas que son los
sistemas vivientes y luego cómo las propiedades particulares
que los caracterizan pueden surgir como consecuencia de la organización
de esa clase de máquinas.
a) máquinas autopoiéticas:
El hecho de que los sistemas vivos son máquinas no puede
demostrarse apelando a sus componentes. Más bien se debe
demostrar su organización mecanicista de manera tal que
sea obvio que todas sus propiedades surgen de ella.
Entre las máquinas, las hay que mantienen algunas de sus
variables constantes o dentro de un rango limitado de valores.
Tales máquinas son homeostáticas y toda retroalimentación
es interior a ellas.
Si uno dice que hay una máquina M con retroalimentación
a través del medio circundante, tal que los efectos de
su salida afectan su entrada, en realidad está hablando
de una máquina más grande, M´, que en su organización
definitoria incluye al medio circundante y al circuito de retroalimentación.
Una máquina autopoiésica
es una máquina organizada como un sistema de procesos
de producción de componentes concatenados de tal manera
que producen componentes que:
a) generan los procesos (relaciones) de producción que
los producen a través de sus continuas interacciones y
transformaciones
b) constituyen a la máquina como una unidad en el espacio
físico.
Por consiguiente, una máquina autopoiésica, continuamente
especifica y produce su propia organización a través
de la producción de sus propios componentes, bajo condiciones
de continua perturbación y compensación de esas
perturbaciones (producción de componentes).
Podemos decir entonces que toda máquina
autopoiética es un sistema homeostático que tiene
a su propia organización como la variable que mantiene
constante. Esto debe entenderse claramente : toda unidad tiene
una organización especificable en términos de relaciones
estáticas o dinámicas, relaciones entre elementos
o relaciones entre procesos o ambos.
Las relaciones de producción de componentes existen sólo
como procesos, si éstos se detienen las relaciones de producción
desaparecen, en consecuencia, en toda máquina autopoiética
es necesario que las relaciones de producción que la definen
sean continuamente regeneradas por los componentes que producen.
Es adecuado condensar esta descripción diciendo que los
sistemas autopoiéticos son sistemas homeostáticos
que tienen a su propia organización como la variable que
mantienen constante.
Las consecuencias de esta organización son IMPORTANTISIMAS
a) Las máquinas autopoiéticas
son autónomas, es decir, subordinan
todos sus cambios a la conservación de su propia organización.
Otras máquinas, llamadas alopoiéticas,
producen con su funcionamiento algo distinto a ellas mismas.
b) Las máquinas autopoiéticas
poseen individualidad, esto es, por medio de la mantención
invariante de su organización conservan activamente una
identidad propia que no depende de sus interacciones con un observador.
c) Las máquinas autopoiéticas
son definidas como unidades por, y sólo por su organización
autopoiética.
d) Las máquinas autopoiéticas
no tienen entradas ni salidas. Pueden ser perturbadas por hechos
externos y experimentar cambios internos que compensan esas perturbaciones
Una organización puede permanecer constante siendo:
a) estática
b) manteniendo constantes sus componentes
c) manteniendo constantes las relaciones
entre sus componentes que por otra parte están en continuo
flujo o cambio.
las maquinas autopoieticas son de esta ultima
clase.
Más.
a) Una máquina autopoiética
puede tratarse como alopoiètica si los hechos exteriores
que la perturban son de una cierta regularidad, una màquina
autopoiética puede incorporarse a un sistema más
amplio en calidad de componente alopoiético sin que su
organización autopoiética varíe en nada.
b) Podemos analizar una máquina
autopoiética en sus partes materiales y tratar como máquinas
alopoiéticas cualquiera de sus mecanismos parciales homeostáticos
y reguladores, definiendo su superficie de entradas y salidas.
Esto es con independencia de la organización autopoiética
del sistema que integran porque podemos definir un contexto diferente
para nuestra observación
Sistemas vivientes:
Es trivialmente obvio que, si son máquinas, los sistemas
vivos son máquinas autopoiéticas : transforman la
materia en ellos mismos, de tal manera que su producto es su propia
organización. Consideramos válida la observación
inversa : si un sistema es autopoiético, es viviente.
En otras palabras: que la noción de autopoiesis es necesaria
y suficiente para caracterizar la organización de los sistemas
vivos.
i) en general las máquinas
se consideran artefactos hechos por el hombre, con propiedades
determinísticas que las hacen perfectamente predecibles,
al menos conceptualmente.. Los sistemas vivos se consideran autónomos,
en última instancia impredecibles.
ii) En los sistemas vivos aparecen
como determinantes la reproducción
y la evolución como propiedades
de los mismos.
iii) Muchas veces se supone que la
experimentación y la observación deberían
revelar la naturaleza de los sistemas vivos. Pensamos lo contrario.
Ningún experimento ni observación son significativos
a menos que se hagan e interpreten dentro de un marco teórico.
CAPITULO II
TELEONOMIA
Un concepto prescindible
Nos proponemos demostrar que los conceptos de teología
y teleonomía son conceptos innecesarios para comprender
la organización de lo vivo.
a) Ausencia de finalidad:
Comúnmente se señala como el rasgo mas notorio
de los sistemas vivientes, el poseer una organización orientada
a un fin, o lo que resulta equivalente, dotada de un plan interno
reflejado y realizado por su estructura.
Así por ejemplo, la ONTOGENIA es considerada generalmente
como un proceso integral de desarrollo hacia un estado adulto,
mediante el cual se alcanzan ciertas formas estructurales que
le permiten al organismo desempeñar ciertas funciones en
concordancia con el plan innato.
Se considera a la FILOGENIA como una historia de transformaciones
adaptativas a través de procesos reproductivos, tendiente
a llevar a cabo el plan de la especie con una total subordinación
del individuo a ese fin..
Mas aún, hay organismo que pueden mostrar por anticipado
algún objetivo (por ejemplo los autores de este libro)y
que coordinan sus acciones para conseguirlo (heteropoiesis).
Ahora bien, finalidad u objetivo no son rasgos de ninguna máquina
(alo o auopoiética).
Estas nociones quedan en el comentario de nuestras acciones, vale
decir, pertenecen al dominio de las descripciones.
La organización de una máquina, auto o alopoiética,
solo enuncia relaciones entre componentes y leyes que rigen sus
interacciones y transformaciones. Luego, la noción de finalidad
no tiene ningún valor explicativo en el campo fenomenológico
que se pretender esclarecer.
En consecuencia, si los sistemas vivientes son máquinas
autopoiéticas, la teleonomía para a ser solamente
un artificio para describirlos que no revela rasgo alguno de su
organización, sino lo consistente que es su funcionamiento
en el campo donde se lo observa.
Como máquina autopoiéticas, los sistemas vivos
carecen de finalidad.
INDIVIDUALIDAD:
Un sistema viviente puede señalarse como unidad de interacciones,
y como individuo, en virtud de su organización autopoiética,
que determina que todo cambio en él se produzca subordinado
a su conservación.
Si pierde su organización deja de ser autopoiético.
En consecuencia, en todo sistema vivo todo cambio debe producirse
sin interferir en su funcionamiento como unidad.
En cuanto proceso de cambio, la ontogenia no representa, pues,
el paso de un sistema incompleto (embrionario) a otro mas completo
o definitivo (adulto) sino la manifestación del devenir
de un sistema que es cada instante la unidad en su totalidad.
El comportamiento que un observador puede presenciar en una máquina
autopoiética, es el reflejo de la sucesión de cambios
que ella experimenta mientras mantiene sin cambios las variables
afectadas por las perturbaciones y mientras establece los valores
en cuya vecindad se mantienen en todo momento esas variables..
Como la máquina autopoiética no tienen entradas
ni salidas, toda correlación que el observador pretende
revelar entre dichos externos que la perturban periódicamente
y la transición de un estado a otro resultante de esas
perturbaciones, pertenece a la historia de la máquina en
el contexto de la observación y no al funcionamiento de
su organización autopoiética.
La noción de desarrollo como de finalidad surgen en el
contexto de la observación.
CAPITULO III
Materializaciones de la autopoiesis
Noción de autopoiesis:
I. Nociones descriptivas y causales :
Un sistema autopoiético es definido como unidad por su
organización autopoiética.
Para que esta organización se materialice en un sistema
físico, se requieren componentes definidos por su papel
en la autopoiesis y descriptibles solamente en relación
con ella.
Por consiguiente, una organización autopoiética
constituye un dominio cerrado de relaciones especificadas solamente
con respecto a la organización autopoiética que
ellas componen, determinando así un espacio donde puede
materializarse esa organización como sistema concreto,
espacio cuyas dimensiones son las relaciones de producción
de los componentes que la constituyen.
Relaciones de producción:
a) Relaciones constitutivas, que
determinan que los componentes producidos constituyen la topología
en que se materializa la autopoiesis.
b) Relaciones de especificidad, que
determinan que los componentes producidos son precisamente aquellos
componentes definidos por su participación en la autopoiesis.
c) Relaciones de orden, que determinan
que la concatenación en sus relaciones de especificidad,
constitutivas y de orden sean las especificadas en ka autopoiesis.
La forma en que estas relaciones de producción se concreten
en un sistema material, dependen, por supuesto, de cómo
se materialice la autopoiesis. Sin embargo hay ciertas nociones
generales, aplicables a cualquier sistema autopoiético,
que no podemos dejar de observar:
CAPITULO IV
Diversidad de la Autopoiesis :
Los sistemas vivientes son sistemas autopoiéticos. La
diversidad de los sistemas vivientes resulta obvia. También
es obvio que la diversidad depende de la reproducción y
de la evolución.
I. SUBORDINACION A LA CONDICION DE UNIDAD
La unidad (posibilidad de distinguirse de un todo, y por tanto,
de otras unidades) es la sola condición necesaria para
tener existencia en cualquier dominio dado.
En efecto, la naturaleza de la una unidad y el dominio en que
ella existe son especificados sólo por la operación
de distinción que la señala, sea esta conceptual(cuando
un observador la define distinguiéndola en el campo de
la descripción) sea esta material (funcionamiento real
en el espacio físico).
En los sistemas autopoiéticos toda la fenomenología
del sistema está subordinada a la unidad. Y esto tiene
las siguientes consecuencias:
a) el surgimiento de una unidad determina
el dominio de la fenomenología, pero el modo como está
constituida determina la clase de fenomenología que ella
genera en ése dominio. b)
Toda la fenomenología biológica es necesariamente
determinada y realizada por individuos. c)
la identidad de una unidad autopoiética se mantiene mientras
ella siga siendo autopoiética. d)
solamente después de que una unidad se ha constituido en
autopoiética, puede la reproducción (individual)
tener lugar como fenómeno biológico.
II. PLASTICIDAD DE LA ONTOGENIA
La ontogenia es la historia de la transformación de una
unidad. Por consiguiente, la historia de un organismo vivo es
la historia de la conservación de su identidad a través
de su autopoiesis continuada en el espacio físico.
a) el modo de mantener su identidad
de un sistema autopoiético depende de su modalidad particular
de autopoiesis. b) como un sistema
autopoiético no tiene entradas ni salidas, todos los cambios
que él experimente sin perder su identidad, y por lo tanto,
manteniendo sus relaciones definitorias, son necesariamente determinadas
por su organización homeostática. c)
la forma en que la autopoiesis se realiza en cualquier unidad
puede variar su ontogenia pero realizarse sin pérdida de
identidad. d) dos son las formas
de deformaciones de un sistema autopoiético: una el ambiente
y otra el propio organismo. En la fenomenología de la organización
autopoiética estas dos fuentes de perturbación son
indiscernibles e) los cambios compensatorios
que experimenta un sistema autopoiético pueden ser conservadores
o innovadores. Son conservadores cuando no conducen a ninguna
variación en la forma de realizarse la autopoiesis, y son
innovadores cuando producen una innovación en el modo de
realizarse la autopoiesis.
III LA REPRODUCCION, UNA COMPLICACION DE LA
UNIDAD
La reproducción requiere de una unidad que se reproduzca,
por eso la reproducción es posterior a la constitución
de la unidad. La reproducción surge de una complicación
de la autopoiesis y durante ella y su orígen ha de considerarse
como secundario re independiente del orígen de la organización
vieja.
Hay TRES fenómenos que se deben distinguir en relación
con el concepto de reproducción : La replicación,
la copia y la auto reproducción:
La replicación:
Un sistema que genera sucesivamente unidades distintas a él
pero en principio idénticas unas a otras y con una organización
que el sistema determina mientras las produce, es un sistema replicador.
La copia:
Tiene lugar cuando un objeto o fenómeno dado se mapea,
por algún procedimiento sobre otro sistema, produciéndose
en éste un objeto o fenómeno isomórfico.
La auto reproducción:
Tiene lugar cuando una unidad produce otra con una organización
similar a ella misma, mediante un proceso acoplado a su propio
proceso de producción
LA EVOLUCION , UNA RED HISTORICA
Un fenómeno histórico es un proceso de cambios
en el cual cada uno de los estados sucesivo de un sistema cambiante
surge como modificación de un estado previo en una transformación
causal, y no “de novo”, como hecho independiente.
La evolución biológica es un fenómeno histórico,
y como tal debe explicarse en presente, requiere necesariamente
reproducción secuencial y
cambio en cada etapa reproductiva.
CAPITULO V
Presencia de la autopoiesis
La autopoiesis es necesaria y suficiente para caracterizar los
sistemas vivos.
La reproducción y evolución surgen como procesos
secundarios, subordinados
a la existencia y al funcionamiento de las unidades autopoiéticas.
I. IMPLICACIONES BIOLÓGICAS:
La fenomenología biológica es la fenomenología
de los sistemas autopoiéticos. Y un fenómeno es
fenómeno biológico solamente en la medida que depende
de uno u otro modo de la auotpoiesis.
I.1. El espacio físico está
definido por COMPONENTES que pueden determinarse mediante las
operaciones que los caracterizan en términos de propiedades
- tales como masa, fuerza, aceleración, distancia,
campo, etc.- las PROPIEDADES quedan definidas por las INTERACCIONES
de los componentes que ellas caracterizan.
En el espacio físico pueden tener lugar dos clases de
fenomenologías, según cómo participen los
componentes en su generación, a saber:
estática y mecanística.
La fenomenología estática
es una fenomenología de relaciones entre
propiedades de componentes; la fenomenología
mecanística es una fenomenología entre relaciones
de procesos generados por las propiedades de los componentes.
Así, por ejemplo, el choque material de dos animales no
es -como encuentro material de dos sistemas vivos- un fenómeno
biológico. Pero sí lo es el contacto material de
dos animales en cortejo Por lo tanto, en su calidad de fenómenos
de relaciones entre procesos, los fenómenos biológicos
son fenómenos mecanísticos, pero de una clase particular,
porque las relaciones entre sus procesos constitutivos son determinados
por la participación autopoiética.
I.2.
Una explicación biológica debe ser una reformulación
en términos de procesos subordinados a la autopoiesis de
los organismos participantes, o sea, una reformulación
en el dominio fenomenológico biológico.
La fenomenología biológica no es ni más
ni menos que la fenomenología de los sistemas autopoiéticos
en el espacio físico.
2. IMPLICACIONES METODOLOGICAS
1) Cualquier observación
implica una epistemología, un cuerpo de nociones conceptuales
explícitas o implícitas que determina la perspectiva
de la observación y por lo tanto, qué se puede y
qué no se puede observar, qué es y qué no
es validable por la experiencia, qué es y qué no
es explicable mediante un conjunto dado de conceptos teóricos.
2) En este sentido, las nociones
evolutivas y genéticas han sido hasta ahora las de mas
éxito. En efecto, las ideas evolutivas y genéticas
al enfatizar el cambio, tratan a la especie como fuente de todo
el orden biológico, señalando que la especie evoluciona
mientras los individuos son componentes transitorios cuya organización
está subordinada a su fenomenología histórica.
No obstante, por ser la especie una sumatoria de individuos en
principio capaces de cruzamiento reproductivo, resulta que lo
que definiría la organización de los individuos
es, o un abstracción, o algo que requiere de la existencia
de individuos bien definidos desde un principio.
3) Un dominio fenomenológico
es definido por las propiedades de la unidad o de las unidades
que lo constituyen, singular o colectivamente, por medio de sus
transformaciones o interacciones.
Dos dominios fenomenológicos se intersectan solamente en
la medida en que poseen unidades generadoras comunes, vale decir,
solamente en la mediada que interactúan las unidades que
los determinan, de los contrario, son completamente independientes.
En cambio, un dominio fenomenológico puede generar unidades
que determinan un dominio fenomenológico distinto; pero
ese dominio es especificado por las propiedades de las nuevas
unidades distintas y no por la fenomenología que las genera.
Un dominio fenomenológico no puede explicarse mediante
relaciones válidas para otro.
4) El desarrollo de la idea darviniana
de evolución, con su énfasis en la especia, la selección
natural y la aptitud, tuvo un impacto cultural que llegó
mas allá de la explicación de la diversidad de los
sistemas vivos y del origen de la diversidad. ¿Qué
importa lo que le pase a un individuo o a unos cuántos,
si el sacrificio es en bien de la humanidad?
Nosotros hemos demostrado que estos argumentos no son válidos.
Sin individuos no hay organización fenomenológica
alguna.
La dependencia de la fenomenología biológica respecto
de la organización del individuo puede tener otras implicaciones
sociológicas más. Hay sistemas autopòiéticos
de segundo y de tercer orden ¿Qué ocurre con la
sociedad humana? Es un sistema autopoiético al que le caben
todo cuanto se ha dicho en relación con dichos sistemas?
¿Hasta qué punto puede la fenomenología social
considerarse fenomenología biológica?
3. IMPLICACIONES GNOSEOLOGICAS
1) El dominio de interacciones de
una unidad autopoiética es el dominio de todas las deformaciones
que ella puede experimentar sin perder su autopoiesis, el dominoo
de todos los cambios que puede sufrir al compensar perturbaciones,
es su dominio cognoscitivo. O lo que es lo mismo, que toda conducta
es expresión de conocimiento (compensación de perturbaciones)
y que TODO CONOCIMIENTO ES conducta descriptiva.
A continuación, cuatro observaciones
2) Si el dominio cognoscitivo de
un sistema autopoiético está determinado por su
modo particular de autopoiesis, y si todo conocimiento es conducta
descriptiva, se desprende que todo conocimiento es, necesariamente
relativo al dominio cognoscitivo del que conoce y que, por ende,
está determinado por su organización.
3) Los sistemas autopoiéticos
pueden interactuar entre sí en condiciones que dan por
resultado el acoplamiento conductual. En éste acoplamiento
la conducta autopoiética de una organismo A pasa a ser
fuente de deformación en un organismo B y la conducta compensaotria
de B actúa como fuente de deformación de A y así
sucesivamente, hasta que se interrumpe el acoplamiento. Se
trata de interacciones comunicativas.. Un campo consensual,
así, donde los organismos acoplados se orientan recíprocamente
en su conducta, internamente determinada, por medio de interacciones
que se han especificado durante sus ontogenias acopladas, es un
dominio lingüístico.
Las interacciones linguísticas (de connotación)
son intrinsicamente no informativas; el organismo A no determina
ni puede determinar la naturaleza de B debido a su organización
autopoiética, lo cual hace que todo cambio sea determinado
por su propia organización y no por la transmisión
de información. El dominio lingüístico es pues
intrínsicamente no informativo, aún cuando un observador
lo describiese como si lo fuese.
Fenomenológicamente, el dominio lingüístico
y el de la autopoiesis son dominios diferentes, y aunque el uno
genera los elementos del otro, no se intersectan.
Un sistema autopoiético capaz de interactuar con sus propios
estados y desarrollar con otros sistemas un dominio consensual
lingüístico, puede tratar a sus propios estados linguísticos
como fuentes de deformaciones y así, interactuar lingüísticamente
en un dominio lingüístico cerrado. Tal sistema posee
dos propiedades notables:
a) El dominio de tales interacciones
es infinito. Tal sistema es un observador.
b) Un sistema vivo capaz de ser un
observador puede interactuar con sus propios estados descriptivos,
que son descripciones linguísticas de él mismo.
Si lo hace de forma recursiva, se trata de una auto observación.
Este dominio lo llamamos dominio de auto observación y
la conducta auto conciente, conducta en el dominio de auto observación.
c) Toda interacción en un
sistema auotpoiético tiene lugar por medio de interacciones
físicas, pero como tal sistema está definido en
términos de relaciones, todas sus interacciones dan necesariamente
por resultado cambios en estas relaciones. En consecuencia, dominios
conductuales diferentes.
Esto tiene la siguiente consecuencia: a)
un observador puede establecer relaciones descriptivas entre sus
descripciones de fenomenologías independientes. No obstante,
estas relaciones sólo existen en el dominio lingüístico
y constituyen conexiones solamente descriptivas, no operativas
entre fenomenologías independientes. b)
el observador en cuento tal permanece siempre en un dominio descriptivo,
vale decir en un dominio cognoscitivo relativo.
En toda explicación, la reformulación del fenómeno
por explicar recurre a las mismas nociones lógicas (identidad,
exclusión, sucesión, etc.) con prescindencia del
dominio fenomenológico en que ella tiene lugar, sea esta
una verdadera reproducción material, una representación
formal o una descripción puramente racional. Hay pues,
una “lógica universal” válida para todos
los dominios fenomenológicos.
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