Somos socialistas,
somos democráticos porque compartimos la búsqueda
esencial, el fin principal, el sueño sustancial del socialismo,
es decir, el pleno desarrollo del ser humano.
Al ser socialistas nos sentimos herederos y continuadores
del ideario revolucionario universal, de la propia historia del
pueblo venezolano, de nuestro patrimonio moral, nuestros valores
de libertad, de igualdad, de justicia y de paz.
Al igual que en los comienzos del sueño
socialista, por allá en el siglo XIX, se plantea hoy la creación
de una sociedad que permita el pleno desarrollo del potencial y
capacidad del ser humano. El objetivo es brindar a todos los miembros
de nuestra sociedad las mayores condiciones posibles para el desarrollo
de sus facultades.
La sociedad debe estar organizada de tal manera
que cada miembro de ella se pueda desarrollar y pueda usar todas
sus capacidades y poderes en completa libertad sin, por eso, infringir
las condiciones básicas de la misma.
La genialidad de Marx lo sitúa como el máximo
exponente en la búsqueda científica de desarrollar
el socialismo. Aún cuando rechazó los métodos
de los socialistas utópicos, en el centro de su planteamiento
se recogen los objetivos de quienes lo precedieron: el desarrollo
total del potencial humano. El "desarrollo pleno de las capacidades
humanas es un fin en sí mismo", escribió Marx.
Compartimos el sueño socialista de una sociedad
cuyo fin es el desarrollo multidimencional de las personas, el desarrollo
total de cada individuo, seres humanos capaces de desarrollar totalmente
sus potencialidades en una sociedad profundamente humana.
Justamente es por esto que concebimos el concepto
de socialismo indisolublemente ligado al concepto de democracia.
De muy poco serviría que un venezolano o
venezolana, pueda desarrollar al máximo sus capacidades y
potencialidades en todos los órdenes, si no vive en una sociedad
cuyas dinámicas fundamentales se basen, precisamente, en
el desarrollo multidimencional de sus miembros.
Lo que planteamos y proponemos no es solo que las
personas puedan expresarse libremente en la sociedad socialista
democrática venezolana, sino algo mucho más profundo:
que la sociedad socialista democrática venezolana sea una
expresión de ese desarrollo pleno de nosotros como seres
humanos.
La cuestión fundamental es que en una verdadera
sociedad socialista y democrática, todas sus instituciones
deben funcionar sobre la base de que sus miembros son seres humanos
integrales, que juntos son los depositarios y ejercitantes de la
soberanía y que el Estado y la sociedad misma están
bajo su control y no al revés, qué el Estado lo controle
todo.
CREEMOS EN LA UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
Últimamente hemos venido exponiendo ideas
y pareceres sobre diversos tópicos relacionados con la revolución
venezolana, tenemos conciencia de que no son unánimes...
y no tienen, además, por qué serlo El campo revolucionario
es sumamente plural y diverso. Esa es una de sus mejores características.
En él se encuentran quienes sostienen la
misma visión de los partidos tradicionales, incluso cuarto
republicanos, y el concepto de la incapacidad del pueblo para hacer
la revolución, hay quienes sostienen que el sujeto revolucionario
es sólo un sector del pueblo, por ejemplo la clase obrera.
Y esto sólo para señalar algunas visiones que han
salido a la luz en el debate sobre el partido revolucionario.
Si hablamos, como lo hace PODEMOS,
de crear una organización política para que esté
al lado de la vida de la gente, cabe preguntarse ¿de cuál
idea? y, ¿ de qué vida?. En el campo revolucionario
y democrático hay cristianos y ateos, empresarios y obreros;
hombres, mujeres, adolescentes, estudiantes, amas de casa, profesionales,
ecologistas, campesinos; gente cuya vida transcurrió en un
partido y gente que dedicó y dedica su vida a la lucha contra
los partidos hay socialistas, comunistas y socialdemócratas.
Somos una fuerza definitivamente plural y diversa.
El gran reto es lograr la unidad, entonces, dentro
de esa diversidad, más aún, lograr la unidad manteniendo
esa diversidad .
Este asunto es crucial a la hora de crear un partido
para los cambios en Venezuela.
Se trata de crear una organización en medio
de un gran esfuerzo por lograr unas definiciones compartidas y unos
principios también compartidos, y lo que es muy importante,
con un único programa de acción política. Pero
siempre diverso, plural y unido.
La creación de un partido para la revolución
democrática no es un asunto coyuntural ni un asunto táctico.
Su estructura, su programa de acción, sus estatutos, etc.,
no solo tienen que ver con el momento actual, sino también,
y sobre todo, con el papel histórico que debe jugar.
Al tener éxito, el partido se convierte
en un instrumento político de primera línea en la
construcción de la nueva sociedad, lo cual hará, como
siempre ocurre, y en gran medida, "a su imagen y semejanza".
Si queremos una sociedad democrática, plural,
multiétnica, pluricultural, cuyo objetivo fundamental sea
el desarrollo integral del ser humano, el partido que ayude a construirla
debe tener exactamente estas características.
Una sociedad que encuentre en esa diversidad, el
fortalecimiento permanente, el principal motor para su desarrollo
económico, social, político, cultural, etc.
Porque la diversidad no es una bujía, no
es un accesorio, es un motor. La diversidad no es un medio, no es
un "mientras tanto", es un fin en sí mismo.
PODEMOS decir que
en Venezuela estamos haciendo definitivamente una revolución
socialista y democrática para garantizar que siempre podamos
vivir en la diversidad, la cual se expresa y se mantiene y fortalece
a través de la más pura y hermosa democracia socialista.
LOS PARTIDOS PARA LOS CAMBIOS
Y LA REVOLUCIÓN DEMOCRATICA VENEZOLANA
En estos momentos se hace un valioso esfuerzo para
la creación de un gran partido para la revolución
venezolana, cosa que nosotros valoramos y respetamos sobretodo la
propuesta hecha por el Presidente Hugo Chávez Frías.
Sin embargo, queremos hacer una reflexión sobre ¿quién
hará la revolución en Venezuela?.
Porque en PODEMOS
creemos que en el fondo, la idea de este tipo de partido tiene que
ver con la teoría del sujeto político.
El concepto más extendido, manejado en el
siglo XX, es que el pueblo en sí mismo no puede ser un sujeto
político, por lo que es necesario construir uno en particular
que represente el poder del pueblo en movimiento. Y a eso se le
llamó partido.
Durante ese tiempo, de un signo o de otro, los
partidos políticos subordinaron la política al Estado,
y en el caso del partido-Estado, es decir, stalinista se hizo directamente.
Ese concepto ha llegado al fin de su historia.
Pensamos que está en crisis no la idea misma
de partido. Lo que está en crisis son dos conceptos: en primer
lugar, la idea de que el pueblo requiere de un "representante",
porque él mismo no puede ser sujeto político; en segundo
lugar también está en crisis la idea de la subordinación
de la política al Estado por medio de los partidos.
Ante la propuesta del Presidente Chávez
de crear un partido unitario de la revolución, es imperativo
replanteamos la idea de si una sociedad, de si un pueblo en movimiento
puede y debe ser, por sí mismo, un sujeto político,
y más aún, un sujeto revolucionario. Nosotros creemos
que si.
En innumerables oportunidades PODEMOS
ha expresado que es innegable que el pueblo, básicamente
sus sectores antes excluidos, se está constituyendo en el
sujeto social que puede hacer la revolución y los cambios
en Venezuela.
Lo que nos planteamos es ¿cuál es
la nueva organización política?, ¿cómo
es y cómo se constituye una organización política
que no subordina el movimiento popular al poder y al Estado?.
Esta NO son preguntas sin importancia ni implican
respuestas sencillas.
¿Tendrá un partido la tendencia a
subordinar su política al Estado si este partido es principalmente
promovido, organizado, discutido y hasta inscrito, el Estado.
Por otra parte, sobre todo la gente que somos de
izquierda, que somos socialistas por convicción desde hace
décadas, que no estamos allí, como se ha dicho, cuidando
puestos. Debemos, entonces, tener conciencia que demasiadas veces
se toman como referencias experiencias pasadas llamadas socialistas,
y se asumen como dogmas las fórmulas definidas en esas experiencias.
Algunos dogmas que debemos superar tienen que ver
justamente con la visión del partido revolucionario y democrático
para los cambios.
El dogma asume que el partido para la revolución
es aquel en cuya cúspide se encuentra la máxima dirección,
incuestionable, infalible. Se discute si se trata de un "partido
de masas" o un "partido de cuadros". Se visualiza
al partido, en la práctica, como una parte del Estado, una
parte tan importante que de hecho lo dirige. Su tarea principal
es elaborar y luego impulsar "los contenidos de la revolución".
¡¡¡ Rechazamos
de plano estas ideas !!!
El verticalismo mata la democracia, los cuadros
se convierten en los privilegiados, la idea de que el pueblo es
una masa es el primer paso hacia la mutilación de la diversidad,
el partido director del Estado acaba con el protagonismo popular,
no debe existir, bajo ningún respecto el pensamiento que
nos lleve a trazar el camino de un solo propósito, de una
sola idea. Insistimos que, cualquier que cualquier camino que escojamos
debe ser diverso, debe ser plural.
Entonces nos preguntamos nuevamente, ¿cuál
es la nueva organización política?, ¿cómo
es y cómo se constituye una organización política
que no subordina el movimiento popular al poder y al Estado?
En primera instancia nos respondemos: Una organización
política que sea la expresión de la voluntad política
de la gente.
Los vientos actuales de la política soplan
a favor de los movimientos sociales y en ello hay que pensar en
este momento en que se nos convoca a conformar "el partido
de la revolución venezolana".
Es la hora de pensar y de construir una nueva relación
entre el pueblo en movimiento y la política. En movimientos
sociales que están al lado de la vida de la gente, y no del
lado del Estado directamente.
Tenemos que hablar directamente de la capacidad
política de la gente, y de cómo se organiza esta capacidad.
Creemos que esta es la discusión que ronda
la idea de conformar al "partido de la revolución bolivariana
y democrática".
SOMOS UNA EXPRESIÓN DE
LAS MINORÍAS: PERO CON UN PERFIL MUY DEFINIDO
PODEMOS no ha sido,
aún, un partido grande cuantitativamente, hemos sido un partido
en crecimiento, pero si hemos sido un partido verdaderamente grande
para la interpretación de las aspiraciones de cambio del
pueblo.
Estamos consientes de que a través de nosotros
se ha expresado una minoría, no somos más que una
de las minorías que componen la diversidad de las fuerzas
del cambio en Venezuela.
Cuando se nos ha recordado este hecho últimamente,
no se nos ofende ni se nos deshonra, por el contrario, esos señalamientos
desdicen de quienes los han hecho.
NO ESTÁ PLANTEADO HOY SER
UNA FUERZA PARA IMPONER LA RAZÓN, ES NECESARIO TENER LA RAZÓN
PARA CONSTRUIR LA FUERZA.
PODEMOS nació,
hace cuatro años, en medio de una Venezuela profundamente
convulsionada, para sumarse a la lucha del pueblo por defender a
su gobierno de la envestida de la reacción que intentaba
derrocarlo a través del Golpe de Estado, del paro petrolero
y de las guarimbas.
En este corto tiempo nuestra vida ha sido sumamente
intensa, y nos cabe la satisfacción de que hemos jugado un
papel determinante para alcanzar la estabilidad de este gobierno
y por esa vía, el avance de la revolución y los cambios
democráticos en Venezuela, el pueblo lo sabe.
Pero PODEMOS no fue
creado para atender a una coyuntura solamente, nacimos para alcanzar
objetivos trascendentes, para atender a los requerimiento del proceso
de cambios en Venezuela, para ser un partido de la revolución.
Como lo habría dicho el Presidente Hugo Chávez, aquel
22 de abril en el Poliedro: "Ha nacido PODEMOS, partido para
el revolución".
PODEMOS nació
para sumarse a la construcción de la verdadera democracia.
Como un concepto indisolublemente ligado a nuestra propuesta del
socialismo.
Luchamos para que el Estado, la sociedad y todas
sus instituciones sean democráticas.
PODEMOS nace como
expresión política de la sociedad democrática,
para organizarse junto a ella y para ayudarla también a que
se estructure en cientos de miles de organizaciones sociales en
las que participe cada cual en función de sus propias necesidades,
de sus propios intereses, de sus propias potencialidades.
¡PODEMOS nació para
sumarse a la lucha por democratizar el poder!
No se trata, a la usanza de las revoluciones clásicas,
de luchar por el poder para que éste se concentre en el Estado
como supuesta garantía de que será disfrutado por
todos. Esta fórmula se tradujo, en el pasado, en nuevas dictaduras
con demasiada facilidad.
PODEMOS no nace para
"asaltar el poder", sino para sumarse al esfuerzo de que
haya una distribución mas equitativa del poder.
Compartimos la idea de que la única manera
de salir de la pobreza es dándole poder a los pobres.
Sin poder nunca se es ciudadano, una sociedad sin
poder nunca será democrática, un pueblo sin poder
nunca será protagonista.
PODEMOS nació
para sumarse a la creación de una economía diversa
y basada en la iniciativa popular.
Avanzar en nuestra revolución nos impone
la superación del modo de producción capitalista para
poner fin a la explotación del hombre por el hombre.
Esto constituye, sin duda, una compleja y difícil
tarea política que no puede limitarse sólo, sobre
la base del gasto público, ni a la proclama moral, ni a la
simple denominación de instituciones o circunstancias como
"socialista" al estilo de los legendarios socialistas
utópicos.
Nuestro proceso revolucionario requiere que definamos,
como lo señalamos, nuestro camino al socialismo, como igualmente
requiere que definamos un plan político amplio, unitario
y democrático que nos permita desarrollar y convertir en
el mediano y largo plazo las relaciones socialistas de producción
como relaciones económicas, sociales y políticas dominantes,
aunque no únicas, de nuestro país y de su sistema
económico.
En este marco defendemos la existencia de la propiedad
privada, pero en esa economía diversa en cuanto a formas
de propiedad, debe garantizarse el papel protagónico del
pueblo en la actividad económica a través de la propiedad
colectiva que es propia de la economía social.
¡¡En el objetivo de
crear una sociedad democrática, PODEMOS visualiza a la economía
social como la economía de la libertad!!
En PODEMOS nos definimos
como una fuerza democrática, política y social, es
decir socialista y democrática
Nos vemos a nosotros mismos como una fuerza política
y social, profundamente democrática, a través de la
cual puede expresarse el ciudadano común y las organizaciones
de la sociedad, porque somos una más de ellas.
Somos hijos legítimos de este proceso porque
nacimos del pueblo y su Constitución.
Somos hermanos todas las fuerzas y organizaciones
que empujan como nosotros los cambios de la revolución bolivariana.
No nacemos para competir con ellas sino para trabajar por la unidad
de todos los revolucionarios.
PODEMOS es el partido
de la Constitución Bolivariana, y esa es una definición
fundamental.
No nos referimos solo al aspecto formativo, sino
también y fundamentalmente al aspecto programático:
La Constitución es nuestro programa político.
Participaremos en la discusión de su reforma
al lado de todo el pueblo venezolano y lo haremos de la manera más
independiente posible, con franqueza, con valentía, defendiendo
nuestros puntos de vista con pasión, sin importar con quien
coincidamos y con quien no.
Pero una vez sancionada por el pueblo se acabará
nuestra discusión. La Constitución que decida el pueblo
venezolano será siempre nuestro programa y nuestra consigna
siempre será: Dentro de la Constitución todo... fuera
de la Constitución nada.
REFUNDAR A PODEMOS EN UN PROCESO
CONSTITUYENTE
El avance de los cambios en nuestro país
es innegable. Hemos llegado al punto de, superadas las coyunturas,
comenzar la construcción estratégica de la nueva sociedad,
es una de las tareas mas importantes: la sociedad socialista y democrática
venezolana.
El pueblo se encuentra cada vez más y mejor
preparado políticamente hablando, encontrándose hoy
en el proceso de construcción del poder comunal, principal
instrumento de avance para recorrer el camino.
Los partidos que junto al pueblo hemos vivido esta
experiencia, también requerimos de un profundo proceso de
preparación para afrontar las nuevas etapas.
En el partido PODEMOS,
hemos tomado la decisión de refundamos, y de hacerlo a través
de un proceso constituyente.
Los temas del Socialismo en Democracia
En efecto los temas relacionados con los partidos
necesarios para seguir avanzando en el proceso venezolano tienen
hoy una relevancia muy significativa.
Por nuestra parte hemos abierto el debate planteando
un conjunto de asuntos que son consustanciales al proceso de cambio
venezolano, sin embargo, hasta ahora, solo hemos recibido calificativos
y epítetos a los que no hemos respondido ni responderemos
jamás.
Porque para nosotros, los temas medulares son:
la construcción del nuevo poder; la nueva y verdadera democracia;
la construcción del socialismo en democracia; el nuevo Estado,
su naturaleza, sus fines, su función en el proceso de cambios;
los nuevos liderazgos, sus formas de evolución, sus formas
de renovación en el marco de una democracia participativa;
el socialismo en democracia.
Creemos en la unidad…No creemos en la unicidad.
En este momento creemos imprescindible la unidad
de los hombres y mujeres que luchamos por los cambios en este país,
pero la unidad no se decreta, se construye.
La unidad pasa hoy, en buena medida, por las primeras
respuestas "unitarias" que seamos capaces de encontrar
sobre estos temas. La unidad pasa en el futuro, en buena medida,
por la forma en que encontremos hoy de dirimir las diferencias que
siempre han de surgir, sobre todo en procesos llenos de tanta pasión
como el nuestro.
El concepto de unidad lleva implícito la
idea de pluralidad: se unen varias cosas que existen. Un concepto
diferente es la unicidad, cuando algo es único es porque
no existe la pluralidad.
En este caso los partidos de la revolución
deben estar unidos, ese es un imperativo estratégico. Debemos
estar unidos en la diversidad, en la existencia de una pluralidad
de partidos revolucionarios.
Proponemos comenzar este proceso inmediatamente.
En los próximos días, anunciaremos
al país la fecha de la realización de un gran evento
para comenzar a discutir los temas del socialismo democrático
venezolano, con la presencia y participación de invitados
internacionales con los que, muchos de ellos, ya hemos conversado.
Vendrán personalidades y voceros de organizaciones de izquierda
existentes en distintos sitios del mundo.
Así daremos comienzo al proceso constituyente
para refundar a PODEMOS como uno de
los partidos que estarán siempre al lado de los cambios y
las grandes resoluciones de este país.
Lo haremos tal como lo hemos venido proponiendo,
en medio de un debate sobre los temas del socialismo democrático
venezolano, porque hacer política no es un acto de acatamiento,
de sumisión. La ética del "hombre nuevo"
exige participar en la política como un acto de creación,
movido por un espíritu crítico, ser un militante activo
de la permanente "inconformidad".
No se trata de que el pueblo "acate",
se trata de que el pueblo construya lo que serán sus partidos,
sus instrumentos para avanzar en sus cambios democráticos
y revolucionarios. Por ejemplo, cualquier partido debe hacer de
construcción el cumpliendo de esta tarea, como una de sus
razones fundamentales y debe realizarse a partir de ella. Para nosotros
la participación es un fin en sí mismo, y al mismo
tiempo es una vía al socialismo democrático.
Es necesario un debate abierto.
La clave para la creación de un partido
para la revolución y los cambios en Venezuela hoy, es la
realización de un debate abierto, auténtico, plural,
que avance en el objetivo de lograr la unidad manteniendo la diversidad.
Un debate sobre las definiciones y Principios del nuevo partido,
sobre su papel en el proceso revolucionario venezolano, sobre su
programa de acción política.
Estamos abiertos, entonces en PODEMOS
a la participación total.
Toda persona, que habite en este país, quienes
nacimos aquí y quienes lo han asumido por convicción,
podrá participar en nuestro debate con la sola manifestación
de voluntad de hacerlo: no se aplicarán filtros de ninguna
especie.
Luego del evento inicial, nuestro proceso constituyente
se abrirá a la participación popular a través
de un proceso de inscripción.
Esta inscripción no solo se refiere a la
adherencia al partido, sino que puede ser únicamente al debate,
si así lo desea quien lo requiera.
La participación en PODEMOS
podrá hacerse como militante, como simpatizante, como adherente,
y otras, es decir, se admitirán varias categorías
dependiendo de la relación que quiera establecer la persona
con el partido.
Pero también se podrá registrar quien
lo desee, exclusivamente para participar en el proceso de debate
y refundación de PODEMOS,
y alcanzar, aún, la posición de vocero, en ¡os
eventos decisorios, si fuere el caso.
Esta participación en el debate puede hacerse,
repetimos, sin inscribirse como militante del partido. Es más,
se puede participar a plenitud, y ser electo como vocero, perteneciendo
a cualquier organización social. Porque así, estamos
reconociendo de nuevo al sujeto social de los cambios en este país.
La comisión preparatoria
Se está designando una Comisión Preparatoria
de nuestro proceso constituyente integrada de la manera más
amplia posible y se ha designado al compatriota Ramón Martínez
para que presida esta Comisión.
Nuestro proceso constituyente no es un proceso
electoral, no es un proceso de votaciones, sino un proceso de debate
profundo y fecundo desde las bases.
Sólo mediante este sistema, podrán
los partidos de la revolución venezolana, tener la legitimidad
necesaria para convocar al pueblo. Por eso es que sólo mediante
los procesos compartidos, sin charreteras, sin privilegios, de iguales
a iguales, pero en una mano con el programa político y en
la otra con un proceso directo, aceptamos el reto de que sean las
bases las que definan nuestro destino.
[email protected]
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