La Cuesti�n Nacional y la Unidad Continental en el siglo XXI

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siese
La Cuesti�n Nacional y la Unidad Continental en el siglo XXI Responder
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Tendremos que empezar por lo básico, preguntándonos por ejemplo, si somos latinoamericanos, iberoamericanos, indoamericanos, bolivarianos etc.. ¿Qué somos, cómo nos reconocemos? Somos parte de una Gran Nación balcanizada o acaso un conjunto de identidades estatales que intentamos forjar una Nación nueva? A qué nos referimos cuando hablamos de Nación? Pueblo, Nación, Comunidad, ¿son conceptos semejantes?. Y si no lo fueran ¿en qué se diferencian? Tiene consistencia histórica, cultural, política, sociológica, afirmar la existencia de la Nación Argentina, Chilena, Brasilera, Boliviana, etc. y negar la de la Nación Mapuche, Quechua o Aymará, entre otras?. ¿Porqué? Cual era la idea de Nación en el Siglo XIX? ¿Y en el XX?. Qué pensamos nosotros ahora?. Tenemos algo nuevo que decir? Abrimos el debate. Y lo abrimos con exposiciones de intelectuales y revolucionarios que dejaron huella con su pensamiento. Empezamos con algunos argentinos �porque es lo que más a mano tenemos- argentinos de la talla de Ugarte, Scalabrini, Hernández Arregui o Ramos, pero esperamos completarlo con muchos más y sobretodo, con nuevos aportes de otros connacionales. Y con el suyo. Aporte compañero, que nunca es tarde ni es poco si de sumar se trata.

siese
Re:: La Naci�n y la Unidad Continental - Debate Responder
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Para acceder a los artículos escritos sobre el tema hay que dirigirse a la BIBLIOTECA.
Es la BIBLIOTECA el lugar donde iremos publicando los textos relacionados con las temáticas propuestas en el FORO

Pablo Ramirez
Re: Re: La Naci�n y la Unidad Continental - Debate Responder
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Me parece muy interesante el tema, pero me gustaría poder antes leer los textos a los que en la presentación se refieren.
Pablo Ramirez

Roberto Miranda
Re: La Cuesti�n Nacional y la Unidad Continental Responder
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El tema acerca de si somos ibero, latino, hispano, indo, etc., implica, obviamente, la cuestión de nuestra identidad.
Considero que dicha identidad, por un lado, tiene más que ver con lo que ocurrió luego de la independencia y el aporte inmigratorio, con lo cual hoy seríamos una especie de universo-americanos, expresión tan amplia que no dice nada.
Por otro lado, es necesario tomar en cuenta el aporte fundamental de lo que Scalabrini y luego Marechal denominaron "Espíritu de la Tierra". Es decir que no podemos pensarnos por fuera de este continente, pues su "espíritu" nos ha marcado profundamente: a los que estaban de antes, a los conquistadores, a los que vinieron después, etc. Si bien puede considerarse "irracional" la concepción de ese "espíritu", no es menos cierto que quienes se asentaron definitivamente aquí (y que se integraron efectivamente a la comunidad, porque los hay que no) sufrieron un cambio profundo con respecto a sus tradiciones europeas, asiáticas, africanas de origen. No es lo mismo un hijo de italianos que vive en Argentina, que un italiano viviendo en Italia.
En consecuencia, me inclino por nombrarnos sencillamente como "americanos", o "suramericanos" (para diferenciarnos de quienes creen ser "americanos" con exclusividad). Es una manera de que todos estemos integrados en esta "nueva raza", aunque la denominación América también tiene sus bemoles. Pero, provisoriamente, es lo mejor que encuentro, hasta tanto sea el tiempo de mirarnos con ojos más genuinos.

Manuel Ugarte
La Naci�n y la Unidad Continental - Debate Responder
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El Problema de América. De Manuel Ugarte. �Publicado en � El Dolor de Escribir�.
Fondo Nacional de las Artes.

Ante el drama de la América Latina, emprendí, como dije, la campaña en vista de un interés común y de una finalidad superior, convencido :

a) de que nuestras repúblicas forman un solo conjunto y de que sólo alcanzaremos personalidad cuando sepamos encarar los problemas colectivamente.
b) de que las riquezas regionales deben ser explotadas por los latinoamericanos, en beneficio de los latinoamericanos, subordinando los intereses particulares a los intereses colectivos y abandonando la etapa colonial para crear una fuerza verdaderamente autónoma.
c) de que las oligarquías, plutocracias o tiranías que desde la Independencia nos agobian, sobreviven a los fenómenos que las hicieron nacer y deben ser sustituídas por una organización moderna, que lleve al gobierno, sin distinción de raza, a hombres aptos que traduzcan el sentir de las mayorías.
d) de que el indígena es parte integrante de nuestro conjunto y debe ser admitido adentro de él con igualdad de derechos, rompiendo la anacrónica explotación que nos debilita y afianzando en beneficio de todos la convivencia armónica de los diversos elementos.
e) de que desmigajada, la América Latina puede ofrecer desde ahora a las nuevas generaciones una inspiración común, sustituyendo a la enseñanza fragmentaria de las tradiciones locales, el conocimiento general de la verdad histórica latinoamericana, en su unidad concordante, para liquidar los pleitos de frontera y organizar una acción productora, diplomática y defensiva que detenga el avance de los imperialismos.
f) de que el problema exterior está ligado a la política interna, dentro de la cual hemos de perseguir una sustitución de hombres, núcleos y clases dirigentes, entregando, de una vez a la nación la posesión efectiva de la tierra natal, para que sea explotada por métodos modernos y en beneficio de todos..