Manuel Ugarte - El destino de un continente
Hay un �mpetu dominador que ha empujado en todo tiempo a los grupos fuertes a imponer a los d�biles su fiscalizaci�n o su tutela. Alejandro, C�sar, Napole�n, y en las �pocas recientes los pueblos que marchan a la cabeza de enormes dominios coloniales, s�lo han perseguido a trav�s de los pretextos invocados (autoridad, cultura, libertad, civilizaci�n) el sometimiento general a un hombre, a un n�cleo, a una raza, a un misticismo hist�rico que se juzga destinado a propagar en torno el fuego de su propia vida. El imperialismo empieza donde acaba la conglomeraci�n de elementos homog�neos y donde se abre la zona de opresi�n militar, pol�tica o comercial sobre conjuntos extra�os. (...)

Pol�tica monetaria I. Fundamentos y estrategias - Cap 1: La Oferta monetaria, la demanda de dinero y los tipos de inter�s
Concepto y funciones del dinero La oferta monetaria La demanda de dinero La determinaci�n de los tipos de inter�s

Guillermo GUTIERREZ. Patagonia, �una regi�n sin realidad?
Resignificaci�n de un ecosistema desde la econom�a y la pol�tica. Proceso hist�rico, consecuencias y riesgos.

Guillermo Gallo Mendoza - La ocupaci�n del espacio y sus implicancias en el desarrollo rural
La s�ntesis presentada en este documento no es exhaustiva. Pretende, s�, servir de base para discusiones que posibiliten una comprensi�n reflexiva de las interrelaciones entre variables que generalmente son tratadas en forma independiente

Manuel Ugarte - La Naci�n Latinoamericana
A su vez, detr�s, en el pasado inmediato, percib�an una naci�n en germen, una patria caliente que se estaba amasando en las guerras civiles y delante, s�lo ve�an la sombra de los s�mbolos porque la Patria Grande hab�a sido despe�dazada y las patrias chicas encadenadas colonialmente a las grandes potencias. La cuesti�n nacional y la cuesti�n social se enredaban en una compleja ecua�ci�n con que la Historia parec�a complacerse en desafiarlos. Ricardo Rojas clamar� entonces por una "Restauraci�n nacionalista", reivindicar� "La Argentinidad" y buscando un v�nculo de cohesi�n latinoameri�cana se desplazar� al callej�n sin salida del indigenismo en Eurindia. Una y otra vez las fuerzas dominantes de esa Argentina "granero del mundo" cerra�r�n el paso a sus ideas y una y otra vez se ver� forzado a claudicar, elogiando a Sarmiento ��l que de joven se vanagloriaba de su origen federal�, otor�g�ndole s�lo contenido moral a la gesta de San Mart�n ��l, en cuyo "pa�s de la selva" estaban vivos a�n los ecos de la gran campa�a libertadora� para terminar sus d�as en los bastiones reaccionarios enfrentando al pueblo jubiloso del 17 de Octubre. Leopoldo Lugones tambi�n indagar� desesperadamente la suerte de su patria pero, con igual fuerza, intentar� enraizar en estas tierras ese socialismo que conmueve a la Europa de la segunda mitad del siglo XIX. (...)